José era un joven muy centrado, entregado a sus padres,
puesto que era hijo único, y a su carrera universitaria, ya que había logrado
obtener una beca completa, gracias a sus excelentes calificaciones. Le gustaba
servir a los demás y era amante de la música, especialmente del rock.
Todas las noches, el soñaba con ser un guitarrista
profesional como Slash, Joe Perry o Kirk Hammet, pero José no poseía el dinero para comprar una buena
guitarra ni para pagar lecciones de música, ya que provenía de una familia muy
sencilla y de pocos recursos económicos.
Una noche, regresando de la universidad, a pocas cuadras de
llegar a su casa, escuchó a lo lejos unos sonidos extraños de guitarra, siguió
dichos sonidos y se encontró con un hombre un tanto misterioso que parecía
esconder algo en un bolso de gran tamaño. –“¡Hey, niño!”- le gritó; José se
asustó, pero la intriga y curiosidad le hizo acercarse al sujeto; este tenía un
aspecto extraño, como esos personajes de cuentos de ficción; vestía de negro y llevaba
un enorme sombrero que impedía distinguir con exactitud su rostro. –“¿Qué
quieres?”- preguntó José. El tipo le preguntó si era amante de la música y si
alguna vez consideró aprender a tocar algún instrumento. José, un tanto
sorprendido asintió con la cabeza y en sus ojos había cierta emoción que él no
entendía por qué. El sujeto le dijo: “Me